Primeras Impresiones
Nada más recibirlo, lo primero que me llamó la atención fue su diseño original en forma de pingüino. Es un juguete compacto, de material robusto y con una abertura en la parte inferior para introducir golosinas o alimentos húmedos. La goma es flexible pero resistente, lo que lo hace seguro para la dentadura del perro.

Reacción de Mi Perro
Después de rellenarlo con una mezcla de yogur y croquetas, lo metí en el congelador y esperé unas horas. Cuando se lo di a mi perro, ¡fue un éxito! Se entretuvo durante más de 30 minutos tratando de sacar cada trozo de comida congelada. Me di cuenta de que el frío le ayudaba a calmar su ansiedad y, además, el proceso de lamerlo lo relajaba bastante.

Uso con Alimentos Congelados
Este juguete es perfecto para usar con diferentes tipos de comida:
- Yogur sin azúcar mezclado con croquetas
- Puré de frutas (plátano, manzana) congelado
- Paté de perro diluido y refrigerado
- Mantequilla de cacahuete sin xilitol
Si buscas prolongar la diversión, te recomiendo hacer capas con diferentes ingredientes y congelarlas por separado para que tu perro tenga una experiencia más variada.

Durabilidad y Resistencia
Después de varios usos, la goma sigue en perfecto estado. Sin embargo, no es un juguete diseñado para perros masticadores extremos, ya que su material es más flexible que otros juguetes de goma dura. Si tu perro es muy destructor, es mejor darle este juguete solo cuando esté supervisado.

Fácil de Limpiar
Otro punto a favor es que se puede lavar en el lavavajillas sin problema. La abertura es lo suficientemente grande como para limpiarlo con un cepillo si es necesario.
